Fisioterapia
post-quirúrgica.
Desde que somos diagnosticados de una patología que precisa cirugía hasta que somos intervenidos, suele pasar un tiempo. Bien por dolor, inestabilidad o inflamación de la región afectada, se disminuye la movilidad en este periodo. Además la propia intervención quirúrgica va a producir inflamaciones que, unidas a la inmovilización posterior, puede llevarnos a las temidas adherencias.
Éstas podrían ralentizar el proceso de rehabilitación. Si añadimos que las propias cicatrices nos limitan la movilidad creando también adherencias, resulta de vital importancia empezar cuanto antes la rehabilitación post-quirúrgica.
Mediante la fisioterapia post-quirúrgica te ayudamos a recuperar el tono muscular, a conseguir un rango de movilidad articular óptimo y a avanzar en la reintegración a los movimientos habituales de nuestro cuerpo en la zona intervenida.
Para ello, estudiamos y valoramos la fase post-quirúrgica en la que te encuentras y te orientamos para realizar una rehabilitación adecuada.
Marcando el ritmo de tu recuperación.
El objetivo principal de la fisioterapia post-quirúrgica es escoger el tratamiento adecuado para cada paciente en función de su lesión para orientarle y guiarle en cada fase.
Al principio se realizan sesiones con más frecuencia y en función de la evolución del paciente se decide el protocolo de tratamiento. La idea es restaurar la movilidad y control de la zona intervenida y prepararla para adaptarse al movimiento normal del cuerpo. Así podrás continuar con tu actividad o tu deporte diario previo a la lesión e intervención quirúrgica.
Fases de la rehabilitación
Fase I:
- Disminución del edema
- Tratamiento de cicatrices
- Inicio de movilidad pasiva (realizada por el fisioterapeuta hasta un rango de movilidad no dolorosa).
Fase II:
- Aumento del rango de movilidad (el fisioterapeuta de forma activo-asistida, fuerza un poco el rango de movilidad y rompe adherencias que bloquean el movimiento).
- Inicio de ejercicios isométricos (sin movimiento) para mantener el tono muscular.
Fase III:
- Movilidad activa, por parte del paciente.
- Integración de la parte intervenida en los movimientos del cuerpo.
Fase IV:
- Aumento de la fuerza, ejercicios en movimiento.
- Trabajo de equilibrio y/o propiocepción (integración a nuestro esquema corporal de la parte afectada y no utilizada).
Fase V:
- Control de la integración y del aumento de la fuerza (mayor dificultad en los ejercicios de la fase anterior).
- Readaptación al deporte, si se practicaba previo a la lesión (también ofertamos fisioterapia deportiva).